Hoy en día se ha pasado de buscar tener una casa propia, un coche y un familiar formada con el amor de nuestras vidas a considerarse otras opciones a la hora de elegir las metas que marcarán la evolución y el transcurso de nuestras vidas.

Por ejemplo, la imagen de familia ideal para muchos ya no es la típica familia conformada por una pareja y sus hijos, pues se contemplan otras alternativas como las familias monoparentales, las que incorporan a otros familiares como abuelos o tíos, o las familias en la que los padres son homosexuales.

También ha cambiado la forma de pensar en cuanto a lo que se considera el trabajo ideal, pues hoy el mercado laboral es mucho más inestable y son muchos los que recurren a opciones distintas al trabajo por cuenta ajena, prefiriendo ser autónomos o freelances, o emigrando a países extranjeros para optar a puestos de trabajo con miras internacionales, ya sea ese cambio de ciudad permanente o temporal.


Por supuesto si han cambiado tantos factores a nivel poblacional ¿qué ha pasado con lo referente al mundo de las relaciones y las parejas? Sin duda este ámbito social ha experimentado grandes cambios, a veces bastante drásticos y controvertidos, acercándose a día de hoy una gran cantidad de definiciones y concepciones referentes al término -pareja-.

En el caso de las parejas tradicionales, es decir los novios o los esposos, se considera que esta es una relación exclusiva.

Eso quiere decir que en el caso de que un tercero interfiriera en la relación sea por la parte que sea estaríamos ante un caso de infidelidad, la cual constituirá una falta de respeto y un acto denigrante para el miembro de la pareja que resultara afectado por ello.

Muchos ven ese hecho como algo limitante y obsoleto, aunque otros tantos consideran que cuando se han decidido por establecerse con una persona concreta es porque con ella se sienten plenos y perciben que sus expectativas y necesidades están satisfechas sin necesidad de recurrir a terceras personas.


Si por el contrario de lo que hablamos es de las famosas y populares relaciones o parejas abiertas, el hecho de que uno de los emparedados tuviera contactos sentimentales o sexuales con otra persona diferente a su pareja sería considerado un acto normal y aceptable, en muchos casos incluso es un tema en el que la pareja aconseja al otro en cuanto a su relación con un tercero.

Todo ello dependerá por supuesto de lo que la pareja haya acordado previamente, como si de una firma de contrato se tratara, siendo lo mejor dejar claros los términos de la relación antes de considerar formalizar la pareja.

También muy parecido al caso anterior se habla de rollos o amigos con derechos, en este caso no se trataría de una relación de pareja, si no del contacto continuado y estable entre dos personas, que normalmente se están conociendo, ya sea con la finalidad de convertirse en pareja en un futuro, es decir a modo de ensayo piloto por decirlo de esa forma, o bien simplemente porque lo pasan bien con esa persona y disfrutan saliendo y pasando tiempo con ella mientras realizan diversas actividades afines a sus gustos e intereses.

Cuando se habla de los rollos si una de las personas quiere intimar con otra ajena a ese rollo no se considera que está poniéndole los cuernos al otro, ya que entre ellos no existe una relación en a que la exclusividad y la fidelidad absoluta sean las bases.


Una vez definidas todas estas opciones veremos los pros y los contras que tiene cada una de ellas.

Partiendo de la relación estandarizada o tradicional, estaríamos ante una concepción exclusiva y cerrada de una pareja, lo de cerrada quiere decir que se trata de un vínculo en el que solo participan dos personas, no que sea antigua ni que no puede concebirse en el mundo actual.

En este caso, como dijimos antes son muchas personas las que ven esa condición como un hecho limitante, ya que a veces han deseado poder estar en contacto del tipo que sea, ya sexual o ya sentimental o íntimo con otra persona que no era su pareja.

Por ello para estas personas el hecho de tener pareja supone una desventaja en ese sentido, y también es la razón principal por la que algunos se deciden por otro tipo de relaciones más abiertas e informales.

Pero también es cierto que popularmente se considera que es en esos casos de relaciones tradicionales o cerradas en los que la pareja consigue tener un nivel de confianza y afinidad mayores.


Claro que eso también puede darse en las relaciones abiertas, pero se cree que no es tan frecuente, siendo además en niveles sensiblemente inferiores.

Una de las ventajas de tener pareja, sea esta del tipo que sea, es que cuando necesitas a alguien que te apoye o que te acompañe en diversas situaciones de tu vida, sobre todo en las más tristes y negativas, tu pareja está supuestamente ahí para sostenerte y brindarte esa compañía tan necesaria en los momentos bajos.

Así mismo es cierto que hay personas que pese a no tener pareja se sientan más acompañadas en las vicisitudes que aquellas otras que tienen a ese supuesto cómplice.

Pues en estos casos suele pasar que la familia y los amigos son el mejor apoyo para esos individuos, considerando que las parejas no cumplirían esa función con la misma eficacia.

Otro de los factores relevantes al hablar de las relaciones de pareja es el hecho de que para conseguir que esa relación amorosa sea agradable y proporcione bienestar y sentimientos de plenitud y satisfacción, los miembros de la pareja deberían tener puntos en común. Con puntos en común se hace referencia a intereses culturales, lúdicos o laborales, por ejemplo, que ambos miembros de la pareja compartan.


Así si ambos gustan de practicar deportes, en teoría sería fácil buscar alguno que gustase a ambos miembros de la pareja y que pudieran practicar juntos. Otras veces es tan simple como dedicar un rato a tomar un café o salir a pasear juntos sin tener que planear nada más elaborado, pues lo importante es pasar ese tiempo en compañía del otro y disfrutar de ello.

Esto es vital, ya que de no tener ningún gusto o afición en común lo que suele suceder es que cada miembro de la pareja acaba llevando una vida completamente ajena e independiente de la del otro, sn compartir experiencias o momentos únicos los dos juntos.

En resumen: para conseguir que nuestra pareja sea un camino de rosas y no una ardua carrera de obstáculos, hemos de dedicarle mucho tiempo, paciencia y comprensión.

Buscando nexos de unión en lugar de elementos en discordia, pues de lo contrario sólo conseguiremos pasarlo mal y llega incluso a vernos metidos en una vorágine de destrucción y malestar, las denominadas y temidas relaciones tóxicas.

Algo a lo que muchos aluden al defender a capa y espada su soltería es a que el tener una pareja acaba con tu libertad.


Y no solo hacen referencia de esta forma a poder estar con otras personas cuando les plazca, pues esa concepción abarcaría grandes ámbitos vitales. Un ejemplo sería que uno de los miembro de la pareja recibiera una oferta laboral o académica jugosa y rentable, pero que está fuera en el extranjero, o incluso en otra ciudad del mismo país pero distante de la natalidad local de la pareja.

En estos casos pueden pasar varias cosas, pero lo más frecuente es que o bien la pareja decide separarse porque el otro componente del dúo decide quedarse en su localidad de origen y el aspirante decide marcharse, o bien se van juntos a la aventura, o una tercera opción será mantener la relación a distancia. Esta última alternativa despierta una gran polémica, pues partidarios y detractores de esa decisión aportan grandes razonamientos a favor o en contra de ella.

En las relaciones a distancia el hecho de no poder ver a tu pareja con la frecuencia esperada o acostumbrada, el no poder disfrutar de esos pequeños placeres rutinarios o no poder aclarar malentendidos o solucionar enfrentamientos cara a cara, momento en el que tanto el orgullo como el dolor hacen mella en la relación, afecta sensiblemente a la calidad de la relación de pareja.

Es más, son numerosas las parejas que tras decidir mantener una relación a distancia acaban cortando después de mucho tiempo de estar quemada y agotados por culpa de esa dinámica que la distancia a propiciado.


Aunque claro, siempre hay excepciones, y es que hay parejas a las que las distancias no afectan de esta manera, e incluso a algunas parece beneficiarse, ues cuando por fin logran verse en persona viven esos encuentros con una intensidad y una pasión que hacen que se retrotraigan a los inicios de esa relación, momentos en los que el enamoramiento y la pasión iniciales hacen que todo sea percibido con otro prisma, siempre positivo y esperanzador.

Sea cual sea la situación lo que está claro es que existan acontecimientos vitales que afectarán positiva o negativamente a la relación de pareja, ya dependerá de las decisiones que se tomen y de la calidad e intensidad de los vínculos afectivos que existan entre ambos componentes de la relación.

Se considera que las personas leales, empáticas y resolutivas gozarán de mejores relaciones amorosas que aquellas celosas, desconfiadas, agresivas o pasivas. Ya que esas primeras tienen mejores capacidades en lo referente a la resolución de conflictos, además de ser proactivas y capaces de sacar el lado bueno de las peores situaciones, lo cual conlleva un ambiente de bienestar y seguridad al conjunto de la pareja.


Otra de las ventajas de tener un compañero de vida es que puedes hacer muchas actividades con él, pues a muchas personas les cuesta hacer cosas si no tienen alguien que lo acompañe.

Es más, para muchos el hecho de tener pareja tiene un motivo bastante egoísta, no estar solos. Son muchas las personas que no se creen capaces de soportar la soledad, siendo intolerable para ellos permanecer solteros durante periodos prolongados de tiempo.

Sin embargo estar solo es necesario y también muy sano. Pues es en esas situaciones de soledad, en las que solo nos tenemos a nosotros mismos, cuando nos conocemos, porque si sabemos cómo hacerlo puedes tomarnos la soledad como una oportunidad muy constructiva, pudiendo entender nuestras acciones, a la vez que descubrir nuestras pasiones y anhelos más profundos y personales.

Esa es la razón por la que muchos expertos recomiendan no encadenar relaciones de pareja, ya que tras una ruptura, sobre todo si esta ha sido traumático relación ha sido de una duración considerable, las personas necesitamos un periodo de duelo.

Ese periodo es realmente una etapa de adaptación al cambio sentimental que hemos sufrido, dado que tendremos que aprender a llevar la transición de emparejarse a solteros de una forma sana y aprendiendo de lo errores de ambas partes.


Ese aprendizaje nos llevará a establecer vínculos de pareja más respetuosos y basados en el cariño en lugar de en la dependencia, ya que no tendremos una pareja por necesidad, con el objetivo de paliar la soledad que se cierne sobre nosotros.

Si no que comenzaremos una relación por que consideramos que lo que esa persona nos aporta a nosotros, al igual que lo que nosotros le aportemos a ella, os hará sentir felices a ambos y a ser mejores como personas, teniendo en cuenta si sabemos disfrutar de los buenos sucesos juntos y apoyarnos mutuamente en las situaciones trágicas o desagradables.

Como vemos el mundo de las relaciones de pareja es un universo aparte, es complejo y puede resultar o muy satisfactorio y llenarnos de alegría y agradecimiento, o por el contrario resultar insufrible y devastador para nosotros y nuestro entorno.

Esto sucede en muchas ocasiones porque nos cegamos por las bondades que recibimos de la otra persona, ignorando completamente sus características o actitudes negativas.

Sin embargo otras veces lo que pasa es que nos imponemos a la otra parte de la relación, siendo extremadamente egoístas, pues muchos son los que conviviendo en pareja solo saben exigir sin dar nada a cambio.


Pero como bien dice el tópico aristotélico -en el término medio está la virtud- y para las relaciones más que en muchas otras cosas de esta vida el equilibrio es la clave. Lo ideal es que ambos miembros se entreguen o igual a cubrir las necesidades y deseos del otro, sin rogar ni exigir.

De esta forma el hecho de ir con nuestra pareja al cine o salir de excursión a la playa o la montaña se convertirán en pasatiempos que lo que harán será contribuir a consolidar una relación empática y apasionante.

Dado que si lo hacemos por cubrir la necesidad de compañía pueden convertirse en escenario de cruentas batallas conyugales, de las que seguramente ninguna de las partes salga feliz y contento.

Lo más importante siempre es estar seguros de que lo que sentimos por esa persona es real, y no solo un amago de sentimiento, ficticio y muy ambicionado, creado por nosotros mismos por la necesidad de vivir emparejados.

Pues siempre lo vital e imprescindible es sentir que estamos enamorados, pues el amor ha de ser la base de una pareja, además de que el enamoramiento es una fase preciosa que todos deberíamos tener la oportunidad de experimentar al menos una vez en la vida.


¿No crees que si sales con alguien de quien realmente no estés enamorado estas perdiendo esa oportunidad? Y lo que es aún peor, estaríamos impidiendo que esa otra persona, que quizás sí que este enamorada de ti, sea correspondida en ese sentido.

Una ventaja un tanto peculiar sobre tener una pareja consiste en que al estar emparejado se puede participar en ciertas iniciativas como pueden ser los clubs de swingers o reuniones de intercambio de parejas.

Como aclaración hemos de destacar que es requisito indispensable tener novio o novia o estar casado para poder unirse a este tipo de actividades, dado que para solteros existen otras similares.

El concepto de intercambio de pareja se basa en la idea de romper la monotonía y la rutina que agobian a muchas parejas por medio de un intercambio mutuo con otra pareja que busque lo mismo.

Son numerosos los colectivos en contra de estas iniciativas y que consideran que atentan contra la integridad y respeto por la pareja, pero otros tantos lo defienden, ya que todos los participantes están supuestamente de acuerdo y se sienten cómodos con ese intercambio.


Pero como cada pareja es un mundo, lo importante es que se haya hablado de ello y que ambos tengan claro lo que pueden esperar si asisten a este tipo de reuniones.

Por el contrario, existen otro tipo de reuniones para las que se necesita estar soltero, sin mencionar que existen determinados tipos de trabajo para los que casi exigen a los solicitantes el no estar casados o tener cargas familiares.

Un caso en el que esto suele ser un problema es en el de los Au pairs, ese trabajo consiste en vivar a un país de lengua diferente a la propia y trabajar cuidando niños o a veces ancianos, a cambio de comida, alojamiento y normalmente también algo de dinero de bolsillo, aunque la cantidad no podría considerarse un sueldo. Puede decirse que el hecho de que muchas familias prefieren a personas solteras es discriminante.

Pero visto desde la perspectiva de las familias puede ser muy comprensible, ya que como dijimos antes mudarse a un lugar lejano puede ser un problema a nivel de pareja, siendo muchos los que se echan atrás en el último momento por esa razón, dejando colgada a la familia que ya contaba con su ayuda.

En resumen, la vida de pareja entraña una serie de dificultades, pero también un cuantioso número de bondades, ya dependerá de nuestra visión particular y de nuestras preferencias personales en ese momento determinado si decidimos comenzar una relación, o incluso terminarla en muchos casos. Seremos nosotros los únicos responsables de nuestra decisión a la vez que los encargados de valorar otros pros y contras que ese juicio pudiera conllevar para nosotros mismos.

8 Ventajas de tener pareja

1. Estarás en una relación de amor:

La principal razón para tener pareja es porque estamos enamorados de esa otra persona, y cuando uno está enamorado ve todo con un prisma más positivo y disfruta realmente de la compañía y el afecto de la otra persona.

2. Sentirse feliz con tu pareja:

Debido a ese enamoramiento nuestro cerebro segrega altas cantidades de una serie de componentes neuroquímicos responsables de que sintamos plenitud y felicidad con una intensidad sorprendente.

3. Evolucionar como personas:

Tener una relación puede ayudarnos a madurar y a volveros más sensatos, respetuosos y empáticos.

4. Aprendizaje emocional:

Debido a las idas y venidas a nivel de sentimientos que se suelen experimentar cuando se tiene una pareja, aprendemos a sobrellevar ciertas emociones aun siendo estas muy intensas, lo que puede hacernos más fuertes emocionalmente.

5. Tendrás la compañía de tu amor:

Al tener una pareja tendremos también un compañero de vida, un cómplice con el que disfrutar de actividades placenteras y pasatiempos compartidos, siendo además un compañero de actividades de ocio.

6. Cumplir estándares sociales:

Al tener pareja estamos complaciendo a nuestra sociedad, en la que por norma general lo que está bien visto es tener novio o estar directamente casados, siendo si no los solterones de turno

7. Complicidad:

Cuando confías en una personas y compartes mucho con ella surgen anécdotas, bromas privadas, chistes, indirectas o expresiones que sólo vosotros entendéis y a las que solo los dos componentes de la pareja les ven ese sentido único y exclusivo para ellos.

8. Apoyo emocional:

Al tener pareja estaremos más seguros en caso de contratiempos o golpes de la vida, ya que no nos sentiremos solos, pues nuestro apareja estará allí, brindándonos una mano amiga y un hombre sobre el que llorar nuestras penas y desahogarnos.

9 Desventajas de tener pareja

1. Límites o falta de libertad:

Al vivir en pareja tendremos que ser respetuosos, así si por ejemplo sales de fiesta no deberíamos tener encuentros fortuitos con otras personas, es decir sexualmente, ya que estaríamos siendo infieles a nuestra pareja.

Muchos no conciben eso y ven la relación como una jaula que los aprisiona y les impide hacer las locuras a las que acostumbran y a no tener que pensar en cómo sus actos afectarán a su pareja.

2. Enfados y discusiones:

Al tener los sentimientos a flor de piel es más frecuente que haya malentendidos y enfrentamientos por cosas que quizás si pasaran con otras personas de nuestro entorno no les daríamos mayor importancia.

Claro está de los enfados rutinarios, a los cuales nos referimos ahora, a las relaciones tóxicas en las que hay agresiones de tipo que sea o faltas de respeto cuya finalidad es empequeñecer y dañar al otro ya serían un tema serio que afectaría a la salud e integridad de esa persona.

3. Tu pareja puede ser celosa:

Muchas personas huyen de las relaciones por que han sufrido de primera mano el tener una pareja celosa que veía malas intenciones o infidelidades en cualquier gesto o acción, lo cual puede ser incluso patológico, dañando seriamente la relación de pareja, pues es una de las razones que llevan a más personas a romper esas relaciones opresivas

4. Sentimientos infundados:

Con ello nos referimos a que muchas veces realmente no estamos enamorados del otro, pero es tanta nuestra necesidad y nuestros deseos de sentirnos queridos y querer al otro que acabamos creyendo que eso es así, cuando es todo una ilusión.

5. Presión social:

Como hemos comentado, aunque parece que la cosa está cambiando, lo aceptado socialmente es tener pareja y posteriormente casarse con ella, con el fin de formar una familia.

Pero son muchos los que no ceden a ese ideal y tienen que sufrir la presión de su entorno por salirse de -lo normal-.

A veces esa presión nos lleva a establecer relaciones basadas en lo mencionado con anterioridad, en las que desde luego el amor es inexistente.

6. Relaciones por necesidad:

La soledad o la necesidad de sentirse querido y valorado serían algunos ejemplos, sin basar esas relaciones en el amor y el respeto y creando vínculos extraños y a veces asfixiantes para uno de los miembros, normalmente el que no tenía esa carencia de compañía y afecto constantes.

7. Impedimento laboral:

Al tener pareja es normal que muchos se niegue a cambiar de puesto de trabajo o aspirar a uno nuevo si ese puesto sería en un lugar lejano al actual, ya que podría implicar romper la relación con su pareja

8. Inmovilismo y monotonía:

Tanto a nivel sentimental como vital, pues es frecuente que las personas emparejadas sigan unas férreas rutinas, lo cual es dañino para ambos. Esto suele suceder por inseguridad, y con el fin de mantener la relación, pues el temor a que los cambios acaben con ella puede ser demoledor.

También es por ello que muchos son reticentes a los cambios de trabajo o de domicilio, tanto propios como del otro miembro de la pareja, por eso muchos se sienten atados y encadenados en esa relación.

9. En ocasiones se puede desarrollar una dependencia emocional:

El apego afectivo saludable que nos brinda sentimientos de bienestar y seguridad al estar con la otra persona puede pasarse a sufrir dependencia, convirtiéndose ese afecto en necesidad.

Esto puede acabar tornándose en relaciones opresivas, en las que los celos, las peleas, las exigencias y los reproches campan a sus anchas, dañando a las dos personas indistintamente.

¿Y tú qué opinas sobre los beneficios y los contra beneficios de tener pareja o estar en una relación sentimental?

Querido lector ¿tienes o has tenido pareja alguna vez? ¿Qué ventajas y desventajas entraña para ti tener o no una relación?